jueves, 22 de noviembre de 2012

Sobre la herencia recibida y la sentencia del TC a Extremadura


El Presidente extremeño que hace meses calificaba propuestas alternativas y de acuerdos como chorradas , ha dado hoy una lección de “rigor y sensatez” . Ayer se enteró de que el TC le concedia la razón a la junta de obtener 240 millones de euros y cual celebrante irresponsable, los hay responsables, del cupón , esta mañana ya se la había gastado. La imagen que ha dado es sencillamente patética. Y
lo peor es que se ha metido en un jardín. Porque la paga extraordinaria que dice que pagará en Enero no podrá ser otra que la que le corresponde a los funcionarios en Junio-Julio. A ver como sale del charco. Me alegro mucho por los funcionarios, aunque ahora habrá funcionarios con paga en Enero, otros, los del Estado y Ayuntamientos sin ella… Todo muy coherente con el discurso de la homogeneridad y de la importanacia de la cohesión de España que manifestaba hace solamente unas semanas. Pero no es el presidente solamente de los funcionarios de la Junta. También lo es de los ciudadanos sin médico y de los niños sin maestros ni autobús. Y de los agricultores sin seguros. Y de los discapacitados sin ayudas. Y sobre todo, de los 70.000 parados que han perdido todas las prestaciones, que han pasado del paro a la pobreza y si no se remedia, a la exclusión social. Un presidente repartiendo billetes heredados del anterior gobierno, que se pule 240 millones de euros en una noche. Las agentes sociales sin ser consultados y los partidos políticos sin ser oídos. El solito se sobra.

lunes, 12 de noviembre de 2012

Sin religión también somos buenas personas


¿Si no existiera la religión habría que inventarla? ¿Seremos mejores si nos prometen algo a cambio? ¿Las personas creyentes son más buenas que las no creyentes? ¿Alguien que va a misa y se azota la espalda en semana santa es mejor persona el resto del año? Como dicen desde algunas tribunas, ¿estamos perdiendo los valores o… simplemente están sustituyéndose por otros?

El Premio Nobel de Física Steven Weinberg expresa de esta forma su parecer sobre los códigos morales que inculca la religión: “Con o sin religión, la gente buena hará el bien y la gente mala hará el mal, pero para que la gente buena haga el mal hace falta la religión”.
Como os señalaba en el artículo Basar la moral en la religión: un mal negocio, si en verdad la religión aportara códigos morales superiores a los innatos o a los que nacen de la civilización, entonces la población carcelaria, porcentualmente, no estaría compuesta por creyentes más que por ateos o agnósticos.

Cada vez poseemos más pruebas de que existen algo así como valores morales universales, independientemente de la religión hegemónica de la sociedad que escojamos estudiar. Por ejemplo, es famoso el estudio realizado por tres psicólogos de la Universidad de California, en Riverside, en el que cogieron a más de 400 estudiantes de los cursos iniciales de psicología y medicina de la misma universidad.
Sometieron a los estudiantes a diversos dilemas morales, tras haber respondido de forma anónima a un test sobre sus ideas acerca de temas polémicos como el aborto, la contracepción, la pena capital, la eutanasia o el uso de animales en la investigación médica, además de su filiación religiosa y sus datos 
sociodemográficos, incluyendo la raza a la que pertenecían.


Los dilemas morales escogidos eran relativamente sencillos, y se construyeron en base a dos escenarios. El primero: si observamos que un tranvía cae sin frenos y matará a todos sus ocupantes, ¿accionaríamos un freno que sacaría al tranvía de sus raíles y atropellaría a una sola persona? El segundo: en un bote salvavidas donde no hay espacio para todos los náufragos y debe considerarse el sacrificar a uno de los náufragos para salvar al resto.
Sobre el primer escenario se construyeron 21 dilemas diferentes y sobre el segundo 5. Las opciones cambiaban para estudiar el efecto de diversas variables elegidas previamente, como, por ejemplo, el número de personas salvadas y sacrificadas, el parentesco, la situación social o la ideología criminal de los individuos que se debían sacrificar y también la especie biológica en los dilemas en los que se introducía la posibilidad de elegir entre sacrificar personas o animales.
Los resultados eran innegables. Las intuiciones morales que afloraban en todas las personas del estudio compartían una serie de puntos:
Favoritismo por la propia especie.
Favoritismo por la propia familia
Castigo a una ideología política criminal (el nazismo era el ejemplo usado).
O sea: una mayoría abrumadora prefería preservar vidas humanas (aunque tuviesen más de 75 años) antes que vidas de perros, se decantaban por preservar la vida de los parientes más próximos y sacrificaba, finalmente, a los individuos de ideología criminal. Tras esas variables, y a distancia, aunque con una influencia bastante significativa, venían el número relativo de personas salvadas o sacrificadas y el tipo de tarea u obligación social que tenían los individuos que se debían preservar o sacrificar. Todo tendía a confirmar que hay imperativos básicos claramente detectables.
El estudio también sugería que no había una influencia destacable en los juicios morales si se tenía en cuenta la religión, la raza o el tipo de estudios del sujeto. Más bien al contrario. Si la religión estaba presente, entonces había diferencias en las creencias que se condenaban explícitamente desde púlpitos religiosos (como el aborto), pero ello no modificaba las intuiciones morales básicas en el resto de los asuntos.
Así y por nombrar sólo un dato, en el tema del aborto y la contracepción, los católicos, los protestantes y los fundamentalistas cristianos se agrupaban en la banda restrictiva, mientras que los judíos y los no religiosos se agrupaban en la banda permisiva. Ahora bien, a pesar de las sensibles diferencias en las creencias particulares generadas por una educación religiosa muy diversa o por la ausencia de religión, las intuiciones morales básicas de la mayoría de individuos eran las mismas.
Estos resultados han sido confirmados por un estudio similar llevado a cabo en Taiwán, en un medio cultural totalmente distinto.

domingo, 11 de noviembre de 2012

Y ya no soy ese niño de 7 años





"Me han puesto un insuficiente en matemáticas y de inmediato he decidido callármelo. La reunión de padres es dentro de quince días. Al menos hasta entonces mamá no se enterará. Ya me siento como un condenado a muerte al que sólo le quedan quince días. Por suerte, acabo de cumplir siete años y, a esa edad, quince días son como quince años. Ante mí se extiende el tiempo largo y lento; según vaya creciendo, pasará más deprisa, acelerará como un gran camión intercontinental e interestelar, y así seguirá hasta que empiece a transcurrir tan veloz que ya no lo atraparé y correrá muy lejos de mí y me parecerá que la mayor parte de mi vida transcurrió entonces, cuando tenía siete años, y que un cuarto de siglo más tarde seré, por mi experiencia, un niño de siete años que por error ha caído en la máquina de envejecimiento acelerado. Despúes de callarme el primer insuficiente, me callaré todos los demás hasta que me canse y crezca, hasta que termine el colegio y hasta que a mi madre le aburra dedicarse a mis insuficientes."


viernes, 2 de noviembre de 2012

#Desmotivados


Nunca os ha sucedido que no tenéis ganas de nada? Que por más que lo intentáis sois como un cero a la izquierda? 
Según el diccionario, des-motivación significa "Pérdida de la motivación o interés por alguna cosa". También hay quién dice que es "Saber que la batalla de ganar es contra uno mismo".. Perder el espíritu de superación, saber que siempre habrá un recuerdo que te hará llorar, esforzarte demasiado por conseguir algo y al final no conseguir nada...
Creo que tener alguna ilusión o tipo de motivación en la vida es fundamental para sobrevivir en el día a día, sino, que sentido tiene todo? si no tienes ganas de vivir que sentido tiene vivir y luchar? 
Creo que es más que necesario buscar algo por lo que estar feliz, algo por lo que luchar.. pero si bien es cierto.. no siempre es fácil.. más bien diría que nunca es fácil.. 
Las circunstancias de la vida, las experiencias, las decepciones, las heridas... hacen que sea una tarea bien complicada. Pero igualmente creo que nunca hay que darse por vencid@.. No solo hay que encontrar esa motivación, hay que sonreír le a la vida cada día, por muy mal que te trate, para, además de encontrarla, poder llevarla a cabo.
Creo que contra la des-motivación lo más importante es la paciencia...